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~Me enseñaste que todo lo que tu quieras se puede conseguir, que no existen limites, y que aunque el fin se acerque, siempre puede haber una solución. Mi solución es: Si tú saltas, yo salto.

~ Porque solo con dedicarme una mirada, un sonrisa tan encantadora de las tuyas o ese guiño de ojo tan arrebatador yo tenia suficiente para sonreír, suficiente para poder seguir. Y entonces, sonó...La música y la canción dejan de existir y te centras en él. Ese es el momento en el que te das cuenta de que aquella canción es su recuerdo y que siempre está cuando lo necesitas.


~ Supongo que no elegimos nuestros sentimientos… no elegimos quien nos quiere ni quien nos deja de querer .No elegimos a quien le caemos bien ni a quien mal. Ni quien quiere estar contigo y quién no. No elegimos llorar cuando te hacen daño ni gritar cuando sabes que es el final. Hay muchas cosas que no elegimos, hay muchos momentos con los que nunca contamos, hay personas que queremos que estén siempre en nuestras vidas y sabemos que nunca llegarán a estar del modo que queremos...


~ Aquel día parecía haber sido tal real, como si saliese de un cuento de fantasía, de esos que sólo se ven en las películas. Como si aquello que me decías significara realmente algo para ti. Sentimientos disparados desde tu corazón, llegaban a mí y me sonrojabas de tal manera que no podía ocultarlo. Todo fue tan bonito... hasta que tú decidiste acabar con todo ello.

~ Sigo siendo aquella niña que se ilusiona por cualquier cosa...
Esa persona imperfecta que se hunde rápidamente, la que no tiene fuerzas para levantarse porque sabe que volverá a caer... pero que intenta poner buena cara y demostrar al mundo que es feliz. Y cuando digo, "tranquila, estoy bien"... Realmente estoy esperando a que venga alguien a quién de verdad le importe y me diga: "No, no lo estás”.