Es como gritar... pero sin que nadie te escuche. Casi te sientes avergonzada de que alguien sea tan importante... De que sin él te sientas como si no fueras nada. Nadie podrá entender cuanto duele. Te sientes sin esperanza, como si nada pudiera salvarte. Y cuando todo se termina y él se ha ido... hasta llegas a desear que todo lo malo regrese, para que tengas de vuelta lo bueno.
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